Una figura cercana al canónigo emérito de la catedral de València, asesinado recientemente en su domicilio del centro histórico, ha compartido información crucial con la Policía Nacional. Este hombre, de origen rumano y visto a menudo en la residencia de Alfonso López, desempeñaba funciones similares a las de un asistente para el clérigo desde 2012.
Según este testigo, el sacerdote disponía de un apartamento en El Perelló, donde llevaba a hombres en situación de vulnerabilidad, captados en la calle. Uno de estos hombres, identificado como Miguel V. N., es ahora el principal sospechoso de su asesinato.
El relato del testigo describe un ‘acuerdo’ entre el canónigo y Miguel V. N., que terminó en discordia debido a la supuesta falta de cumplimiento por parte del joven. Este desacuerdo llevó al sacerdote a solicitar la presencia de su asistente para mediar en la situación, temiendo un posible altercado.
Además, se ha revelado que el canónigo tenía prácticas de ofrecer alojamiento y pagos monetarios que oscilaban entre 200 y 300 euros a jóvenes sin recursos a cambio de favores y, en algunos casos, relaciones sexuales. La Policía Nacional continúa investigando el caso, incluyendo el análisis de siete memorias extraíbles encontradas en el escritorio del fallecido.
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