Amadeo acudió a una clínica dental para someterse a un implante dental, y aunque la intervención parecía haber sido exitosa, comenzó a sentirse mal poco después. Su rostro se inflamó, y no paraba de sangrar por la boca y la nariz. A pesar de pedir ayuda para que llamaran a una ambulancia, les dijeron que esos síntomas eran comunes. Finalmente, fue trasladado al hospital, pero trágicamente falleció pocas horas después. Su esposa, Liliana Fernández, denunció una posible negligencia médica, mientras que la clínica dental afirmó que la intervención se había realizado correctamente y que están dispuestos a esperar el proceso para conocer todos los detalles.
La clínica dental emitió un comunicado asegurando que siempre han actuado de acuerdo con altos estándares de calidad y que nunca han tenido incidentes en sus más de 24 años de actividad y más de 25,000 intervenciones.
En una entrevista en directo con Verónica Dulanto en ‘Ya es mediodía’, Liliana Fernández compartió cómo vivió este terrible suceso. Mencionó que Amadeo sufrió un shock hipovolémico, sangrando por la boca y la nariz durante todo el día, y que no se tomó ninguna medida para detenerlo, a pesar de la necesidad de una ambulancia.
Amadeo tenía previsto someterse a varios implantes dentales, pero debido a la dificultad respiratoria, Liliana se negó a continuar con el procedimiento. Ella asegura que su esposo no tenía ninguna patología previa y que nunca había necesitado atención médica en doce años.
Liliana también denuncia negligencia médica y menciona una taquicardia durante la intervención. Al parecer, el personal médico había informado que la operación había sido un éxito, pero al finalizar, Amadeo mencionó a un compañero que había tenido una taquicardia durante la intervención, lo que hizo que su corazón latiera más rápido durante unos minutos. Liliana considera que el personal de la clínica ya estaba al tanto de que algo no iba bien, especialmente al ver las fotos de la intervención que fueron tomadas a las 3 de la tarde, y aún así, la ambulancia no fue llamada hasta las 19:30h.
Tras conocerse el fallecimiento, el cirujano y el anestesista se presentaron en el hospital. El cirujano expresó su pesar y pidió perdón a Liliana, pero el anestesista y el dueño de la clínica, quienes llegaron después, no se acercaron a ella.
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